ELABORACION DE LADRILLOS DE ARCILLA ARTESANAL

En la fabricación de los ladrillos existen muchos factores que pueden retrasar la producción, y por ello no todo lugar en apropiado por que verían  mucho las condiciones climáticas, además de que debe ser en un lugar despejado donde el humo de los hornos no moleste, que se pueda adquirir la materia prima fácilmente, donde los ladrillos puedan distribuirse fácilmente a los distintos lugares que se han pedido, todo esto debido a que si se dificulta la elaboración de los ladrillos en esa zona aumentaría el precio por unidad y saldría más barato traerlos de otro lugar.

 
Para la elaboración de un buen ladrillo de arcilla que cuente con las especificaciones normales del mercado se debe seguir una serie de pasos que tomaran un tiempo determinado y que su alteración podría afectar el resultado final del producto. El lugar en el que se fabrica está ubicado en una zona en donde las precipitaciones son escasas, el cielo está despejado la mayoría del tiempo y hay una corriente de viento constante y moderada. En este caso el clima de Montecristi cuenta con estas características que son fundamentales y constantes la mayor parte del año.

La materia prima que se utiliza es: la arcilla de color café claro muy fina, cascara de arroz, aserrín de cualquier madera y agua.  Es muy importante que el lugar donde se obtiene la arcilla se cercano y que no sea de color oscuro o terronuda ya que esta puede hacer reventar al ladrillo al momento del hornado. La cascara de arroz la traen de Pedro Carbo, esta ayuda a que se formen dentro del ladrillo las pequeñas porosidades al quemarse, también esta se puede sustituir por cascara de café. El aserrín ayuda a darle consistencia al ladrillo y facilita el proceso de la cocción. El agua nos ayudara a que se mezclen todos los materiales, que este se pueda moldear y ser más manejable.
 
El proceso de elaboración comienza cuando el trabajador más o menos a las 4:00 am comienza a mezclar todos los materiales para que al salir el sol y estén listos para colocarlos en los moldes, los moldes son de madera y permiten modelar 3 ladrillos, los cuales se los coloca en columnas. Estos moldes se los colocan en un terreno plano y limpio, luego se vierte en ellos la mezcla de los materiales y después de un rato se retira el molde, en este proceso los ladrillos tienen el nombre de jabones. 
                                          
Después de que los jabones se hallan quedado 3 días secando al aire libre, estos ya han perdido el 90% de su humedad solo si el sol que han recibido ha sido fuerte y constante. Entonces se procede a levantarlos de suelo, perfilarlos para que retiren los restos del suelo y que queden planos y se los apila de manera vertical de dos en dos hasta que se tenga que armar el horno. 
 
Para hacer el horno se utilizan los ladrillos que habíamos apilado, ahora se va a crear una estructura en la que los ladrillos estarán en canto, o sea parados. Se crea primera las patas del horno, estas serán 4, las 2 de los de adentro serán el triple de gruesas que las de los costados y el espacio que quede entre ella se llama boca del horno, en la boca es donde este se lo alimentara con el combustible biomasico (leña o tagua). Luego de haber hecho las patas se crearán encima 9 niveles más de ladrillo apilado de la misma manera. Entre los ladrillos de los niveles se colocará una capa de tagua para que ayude a que se quemen los que se encuentre en la parte superior, se le pone tagua ya que esta se demora mucho en consumirse, entonces se prolonga más el tiempo de calor que reciben los ladrillos. Para finalizar el armado se coloca en la parte exterior una capa de ladrillos quemados que ya están dañados y en sus uniones se coloca arcilla para impermeabilizarlo.
 
Ya teniendo armado nuestro horno se lo procede a encenderlo, se prende fuego a toda la leña que está en las bocas de los hornos, dependiendo del tiempo que se consuma la leña se seguirá alimentando a las bocas, el tiempo vario de 2 a 3 horas. La dirección del viento es muy importante ya que si este viene de rente a las bocas la leña se consumirá más rápido y se calentara más el horno. Este horno debe estar encendido por 2 días y como máxima 2 días y medio. El calor se transmite por la conducción del calor de la leña a los ladrillos y la radiación solar. A los 100o C se comienza a evaporar el resto de humedad que quedaba. A los 500o C comienza el proceso de pirolizacion que hace que se queme todo lo que llevaba por dentro como la cascara de arroz y el aserrín, gracias a esto se crea la porosidad.  Las 1000oC se da el proceso de vitrificación en la que el ladrillo tiene un comportamiento que al golpearlo sonara como una campana, esto se da en los ladrillos que han recibido más calor que son los que están en la boca del horno. Este color característico que adquieren los ladrillos se da en el proceso del hornado.

Para saber cuándo el horno ya está casi listo, es cuando comienza a salir en la carona (parte más alta del horno) humo blanco, entonces se precede a sellar las bocas para que este último combustible se consuma de la mejor manera. Al terminarse de consumir hay que ser precavido ya que de todas formas hay calor en el interior, por ello se debe esperar a que se enfrié por completo y entonces ahora si está listo para la comercialización. 

 

La forma de verificar si el ladrillo es bueno, es si al tirarlo al piso este no se parte.

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